¡Hola de nuevo! Hoy os voy a hablar de un juego que a nuestro gran niño le encanta y además ayuda a diferentes cosas que ahora veremos.
Este juego es «Soplar el pastel» de HABA. Lo podéis buscar también como Puste Kuchen. Lo encontré buscando un juego diferente que trabajase la musculatura orofacial y no fuese solo soplar la pelotita de un laberinto (que también está genial). Cuando lo vi me encantó porque es un juego de mesa que admite varios participantes. Además de trabajar la musculatura orofacial, en casa hemos inventado una versión en la que trabajamos la concentración y memoria, y además con este juego también se trabaja un poco la pinza. No ocupa casi espacio, la cajita mide aproximadamente 18 x 11 cm, ¡se puede guardar en casi cualquier sitio! Podemos jugar personas de diferentes edades desde los cuatro años, por lo que nuestro gran niño lo puede utilizar con nuestros sobrinos que son más pequeños y más grandes, con nosotros dos…
Voy a explicaros cómo trabaja los diferentes aspectos que os he comentado:
-La musculatura orofacial la trabaja mediante el soplo, hay que conseguir mover una pelotita (el juego te da dos opciones, una de corcho y otra de madera) nosotros lo hacemos desde el plato del comensal hasta la tarta que tengamos en la carta redonda o disco.
-La memoria la trabajamos porque como he dicho antes, hemos versionado la forma de jugar. Con las cartas redondas (que nos indican a qué pastel hemos de llegar con la pelotita) hacemos un memory. Te dan 25 cartas, nosotros las ponemos boca abajo como en un juego de este tipo. El jugador que tiene el turno levanta una carta, le sale el dibujo de un niño con el pastel donde ha de llegar con la pelotita. Si lo consigue se guarda la carta (cuando tenga tres iguales la podrá cambiar por una porción de nata), si no lo consigue, la vuelve a poner boca abajo. En el juego van unas fichitas de madera que se llaman porciones de nata (las que he nombrado antes) cuando jugamos nosotros, el objetivo es conseguir el máximo número de estas porciones. ¿Cómo conseguimos las porciones de nata? Con tres discos iguales (ahí la necesidad de recordar dónde se encuentran los discos de cada pastel que dejan los jugadores que no han conseguido llegar a su objetivo).
-Trabaja la pinza porque el jugador cuando empieza su turno ha de colocar la pelotita en el plato del comensal, levantar la tarjeta que le va a indicar el pastel al que ha de llegar y dejarla boca arriba. Luego, si no ha conseguido quedarse con la carta, tiene que repetir el proceso, pero al contrario.
No sé si os ha quedado muy claro como jugamos en casa. Por si acaso os hago una mini instrucción de la variante:
Objetivo: conseguir el máximo de porciones de nata (que son unas fichitas de madera).
Preparación del juego: poner todas las cartas redondas boca abajo en la mesa de forma ordenada en el centro de la mesa donde vayamos a jugar y de manera que lleguen todos los jugadores. Las porciones de nata y la pelotita que no se vaya a utilizar las dejamos en la tapa del juego para que en el momento de intercambiar los discos sea cómodo cogerlas. En la base del juego se coloca el tablero (tiene inclinación, de manera que la pelotita tiende a caer). Cada uno puede escoger la pelotita que le sea más cómoda al inicio de la partida, o por el contrario, si queremos complicar el juego y lo decidimos previamente, podemos jugar con la que nos dificulte más el juego.
Normas: En cada inicio de partida la pelotita se coloca en el plato del comensal. En el momento en el que dejamos la pelotita ya no podemos volver a tocarla con las manos. Solo podemos soplar.
Si la pelotita cae en otro pastel que no es el que nos indica el disco, hemos perdido. Dejamos el disco boca abajo y pasamos el turno.
Si la pelotita cae en el plato de nuevo o en la parte de bajo podemos continuar soplando hasta que se enganche en uno de los pasteles.
Podemos tocar la caja con las manos pero NO moverla.
La porción de nata se cambia en cuanto se consigue la tercera carta redonda del mismo pastel. Si se me olvida, me espero al siguiente turno. (Aquí nosotros nos ayudamos unos a otros, la verdad es que no hemos sido nada estrictos con esta norma)
Desarrollo del juego: cuando comienza el turno del jugador, coge la pelotita, la coloca en plato. Levanta una carta redonda de la mesa, la deja en el mismo lugar que está, pero boca arriba. Después, empieza a soplar. Cuando la pelota cae en el pastel que nos ha tocado cogemos la carta redonda y nos la quedamos. Si no lo hemos conseguido porque la pelotita ha terminado enganchada en otro pastel, damos la vuelta al disco y lo dejamos como estaba. Cuando consigo tres discos iguales, lo cambio por una porción de nata. Si la pelotita vuelve a caer en el plato del comensal o queda en la parte de abajo puedo seguir soplando.
Es un juego estupendo, que invita a que nos sentemos un momento en familia, desconectemos y nos riamos mucho. Además, de todo esto, sin que los niños se den cuenta, les estamos ayudando a desarrollarse física y mentalmente.
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1 comentarios en
Elena 13 diciembre, 2016 2:53 am
¡Qué chulo! No lo conocía. Me encanta que haya que avanzar soplando. Muchas gracias,
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