El peque está en modo esponjita y este verano hemos aprovechado para ver, tocar, oler y sentir algunos animales que en la ciudad nos resulta más complicado de encontrar como ovejas, vacas, toros, caballos… A mis tres hijos les encantan los animales, así que si a vuestros peques también, os encantará este juego de asociación que podéis encontrar en la tienda Babycaprichos con el que los niños pueden aprender en qué hábitat viven los animales (en la granja, en la selva, en el desierto, en los polos, o bajo el agua).
El juego se compone de cinco fichas hexagonales correspondientes a los diferentes hábitats, treinta fichas de animales y un dado con los diferentes tipos de hábitats en sus caras.
Tanto las fichas de los hábitats como las de los animales están impresas en cartón duro (son súper resistentes) y las fotografías que hay impresas en ellas son imágenes de paisajes y animales reales, no dibujos, sino imágenes preciosas.
Algo que me ha encantado de este juego es que es autocorrectivo, me parece muy importante que los niños puedan darse cuenta por sí mismos de si el juego o actividad que están realizando es correcto o, si han cometido un error, que puedan darse cuenta ellos solos y remediarlo, por eso cuando he visto que por la parte de detrás de las fichas de animales y de los hábitats hay unos símbolos que permiten asociarlas al hábitat correspondiente y comprobar tú mismo si lo has hecho bien, me ha entusiasmado.
Tanto las imágenes reales como el hecho de tener un sistema para el control de error hace que lo considere un juego MONTESSORI-FRIENDLY.
Los peques han jugado de la siguiente manera. Han colocado las fichas de los hábitats sobre la mesa boca arriba y se han repartido las fichas de los animales. Cada vez lanzaba el dado uno y tenía que colocar con sus fichas el hexágono del hábitat que había salido en el dado. Si no tenían animales de ese hábitat, pasaban el tuno al otro.
También hemos jugado a clasificar las fichas de animales según cómo nacen, de qué se alimentan, dónde viven, cómo se desplazan, si son domésticos o salvajes…
Hemos jugado a las adivinanzas, uno cogía una ficha de animal y tenía que inventar una adivinanza para dicho animal y los demás adivinarla y también hemos utilizado las fichas para inventarnos historias cuyos protagonistas eran algunos animales.
Es un juego muy versátil, tanto para que los más pequeños aumenten su vocabulario como para que los mayores aprendan cuales son los diferentes hábitats, qué animales los habitan y qué características tienen.
Mis hijos están en estas edades en las que es complicado que jueguen a algo todos juntos porque el pequeño quiere jugar a lo de los mayores y los mayores no siempre quieren jugar con el pequeño, así que juegos como éste merecen la pena, no sólo por su valor educativo sino también por las horas de diversión en familia que aportan.
¿Conocéis algún juego que sea realmente chulo para niños de dos años y de cinco?
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