El eterno dilema ¿con quién los dejo ahora que ha llegado el momento de volver al trabajo? Tal y como está el panorama nacional, los afortunados que tienen trabajo no están en condiciones (en la mayoría de los casos) de ir pidiendo excedencias o de dejar de trabajar para cuidar de los pequeños, y más si hemos tenido un parto múltiple, ya que las bocas que hay que alimentar, también se multiplican. Desafortunadamente, son muy pocas las personas que pueden disfrutar de una excedencia para el cuidado de sus hijos sin temer la pérdida de su puesto de trabajo, así pues, ¿qué hacemos cuando volvemos al trabajo?
Existen varias opciones, yo creo que son bastante variadas y para todos los gustos y economías.
“Los dejamos con los abuelos”, en algunos casos funciona, pero en el mío por ejemplo esa opción no es válida, más tarde os contaré porqué. En mi humilde opinión, los abuelos y abuelas ya han educado y criado a sus hijos y, lo hayan hecho bien o mal, no tienen que hacerlo de nuevo con los nietos. Es cierto que a veces no hay más remedio y que es la opción más económica (por no decir gratuita), pero… yo creo que los abuelos están para disfrutar de su tiempo y de los nietos, no para estar pendientes de horarios, normas, y corriendo (los que pueden) detrás de los pequeños.
No nos engañemos, los abuelos tienen ya una edad en la que una cosa es estar un rato jugando o cuidando de los niños, y otra cosa es ocuparse de ellos lo que dura una jornada laboral.
Luego además están los criterios, los abuelos ven las cosas de una manera y nosotros podemos verlas de otra diferente, podemos tener visiones diferentes de la educación y la crianza, y no siempre las conversaciones acerca de los niños acaban siendo cordiales, y…” encima que te hacen el favor de cuidar de ellos”, no les digas cómo tienen que hacerlo.
Los llevamos a la escuela infantil o guardería. Hay cientos de escuelas infantiles o guarderías donde elegir, con muchos y diferentes estilos educativos, características, instalaciones, estilos educativos, precios…
Desde mi punto de vista, si no hay más remedio que dejar a los niños con 4 ó 5 meses en una escuela infantil, pues nos tocará dejarlos, ojalá esto cambie algún día como en otros países y podamos estar todo el tiempo que necesiten nuestros hijos con ellos, pero también soy consciente de que no seremos ni los primeros ni los últimos en tener que dejarlos con otras personas para volver al trabajo, la conciliación familiar-laboral es una utopía en este país.
Ventajas en la mayoría de los casos: flexibilidad de horarios, comidas equilibradas y adaptadas a su edad, estimulación, socialización, están bien cuidados en un lugar acondicionado para ellos, no son excesivamente caras (hay algunas municipales), las personas al cargo de tus hijos están formadas para ello, no te llaman a última hora diciendo que no pueden ir porque están enfermas y, algo muy importante, elegimos el estilo educativo que queremos para nuestros hijos.
Desventajas: enfermedades que pueden coger, no están con sus padres, no están en su casa, tienes que adaptarte a un horario, la que nos gusta no siempre está cerca de casa, nunca estarán tan bien como con nosotros, necesitan del contacto con sus padres y no pueden tenerlo, no todas son respetuosas…
Tenemos una gran opción (pero a mí me salió rana) que es tener una canguro en casa. La atención será más personalizada, es más barato (en teoría) que una guardería, si los niños están enfermos no tienen que salir de casa, comen comida casera todos los días… desventajas… depende de cómo sea la niñera.
La siguiente opción está muy extendida en otros países, pero muy poco en el nuestro, son las llamadas “madres de dia” (tagesmütter, childminder, assistante maternelle), ahora es cuando se están comenzando a oir y ver, y me alegro porque hacen un gran trabajo y es un consuelo para los padres poder dejar a sus hijos con alguien que sabe que es respetuoso y en un lugar que es como una extensión de su propia casa .
Las madres de día, son personas con una titulación académica tipo pedagogía, psicopedagogía, educación infantil… que acogen a no más de 4 niños de 0-3 años en sus casas, generalmente con un jardín o espacio al aire libre o con un parque cercano. Las casas están provistas de todo lo necesario para el cuidado de los pequeños, la comida es casera y adaptada a sus necesidades, tienen cunas, juguetes, etc. Los precios varían según la zona donde estén, pero normalmente suelen ser un poco más caras que los centros de educación infantil ya que la atención es personalizada.
En mi caso, ya he probado varias de las anteriores opciones y me he decantado por llevar a mis hijos mientras sigamos trabajando mi marido y yo a una escuela infantil, también es cierto que no tengo ninguna madre de día cerca, sino, creo que hubiera optado por ellas ya que considero que son la mejor alternativa si hay que volver al trabajo.
He tenido a una chica que ha estudiado magisterio de educación infantil como canguro en mi casa durante dos meses (la conocía anteriormente), le pagábamos 600€ al mes de 8’00-17’00, con la comida a parte. Simplemente no nos gustaron algunas cosas que observamos (el que quiera más detalles que contacte conmigo con un correo y estaré encantada de explicarle los motivos), lo mismo con otra persona hubiera funcionado, pero pensamos que ella no estaba preparada para cuidar de nuestros mellizos, y eso que estuvo un mes antes de volver al trabajo viniendo a casa para coger rutinas, horarios, maneras de hacer las cosas… pero no funcionó.
Después de esto, pensamos que ya que mis padres no podían hacerse cargo de los niños porque están muy mayores, podíamos probar con que se quedasen con mi tía que le venía bien el dinero, los conoce, les quiere, tiene experiencia porque es madre… pero tampoco salió bien. Mi tía venía a las 8’00 y se iba a las 16’00, a las 16’00 se quedaban mis padres hasta que yo volvía del trabajo, excepto dos días que mi tía se quedaba hasta que yo llegaba. Aquí fue cuando empezaron a discutir mi madre (su hermana) y ella, los horarios, la manera de criar… en fin, que al final “cada uno en su casa y Dios en la de todos”.
Hemos decidido llevarlos a una escuela infantil porque con nuestros trabajos no podemos conciliar, nos parece la mejor opción y los niños ya son más mayores. Nos gusta el estilo educativo que tienen, son muy respetuosos, los horarios son fantásticos y se adaptan a la perfección a los mios, se van a socializar con otros niños, estarán más estimulados (que en el caso de gemelos y mellizos siempre va bien un empujoncito en este aspecto), cogerán más enfermedades, sí, pero las van a tener que pasar igual ahora que en Septiembre, está al lado de casa… lo malo, que el precio se multiplica por dos, ya os diré qué tal ha ido la experiencia.
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