Como os conté en la entrada sobre la importancia de los cuentos de hadas en la Pedagogía Waldorf, este verano hemos comenzado a introducir a nuestros hijos en el mundo de la fantasía aunque todavía son un poco pequeños para distinguir la realidad de la ficción desde mi punto de vista. Una de las cosas que hemos hecho, ha sido construir esta casa de hadas de madera porque les regalaron unas hadas en miniatura y los niños dijeron que necesitaban una casa donde vivir, así que nos pusimos manos a la obra.
¿Qué necesitamos?
- Troncos de arboles y ramas de poda
- Un trozo de fieltro o retal de tela (para hacer la cama)
- Hilo de lana
- Destornillador
- Tornillos del nº 5
- Barniz
- Un pincel o brocha para barnizar
Lo primero que hice fue elegir los troncos y las ramas de la poda que iba a utilizar. Corté unos trozos circulares de un tronco grande para la base y para el primer piso, y los extremos de las ramas para que quedasen en posición horizontal.
Para la cama, las sillas y la mesa elegí una rama un poco más gruesa y la corté en secciones circulares. A continuación, lijé todas las partes.
Una vez lijadas todas las partes, atornillamos el tornillo al centro de la base, atravesándola de manera que pudiera unir más tarde la rama del árbol que hace la función de eje vertical con la base de tronco horizontal.
El tornillo debe quedar bien metido en la madera para que no sobresalga y tenga más estabilidad. Con la sección de tronco que hace la función de primer piso realizamos el mismo procedimiento, atornillamos la sección a la rama secundaria más corta,de manera que se queda como si fuese un primer piso de la casa de hadas.
Para la parte superior de la rama que faltaba, elegí una sección de tronco más pequeña para que la casa quedase equilibrada y no volcase, ya que si le hubiese puesto una sección más grande probablemente hubiese acabado volcando del peso. A continuación, barnizamos toda la casa de hadas, de arriba a abajo.
Para hacer el columpio utilicé un trozo de tronco muy fino, de una rama. Hice un agujero en cada lado con un punzón y pasé un hilo de lana de cada lateral que enganché a la corteza de la sección de tronco del primer piso.
El primer piso lo dejamos como punto de descanso y reunión, con unos troncos pequeños de distintos tamaños con la finalidad de que hiciesen de mesa y sillas. Los niños añadieron un higo para que comiesen las hadas y los duendes y una flor para decorar a modo de centro de mesa.
Finalmente la parte superior la destinamos a un dormitorio para que los duendes y las hadas pudiesen ver desde allí las estrellas pero estando calentitos dentro de su saquito de fieltro verde (debajo del saco pusimos otro tronco a modo de base de la cama).
Bueno, como véis no es difícil construir una casa de duendes y hadas y los niños han estado horas y horas jugando con ella en el pueblo este verano, con los playmobil, con las hadas de miniatura, con los animales de miniatura de Safari, han creado muchisimos escenarios e historias nuevas cada día con distintos personajes y muñecos que los representaban. ¿Qué os parece cómo nos ha quedado?
Debo decir que últimamente me estoy aficionando a trabajar la madera y me resulta de lo más relajante. La mayoría de los juguetes actualmente son de plástico y con estridentes sonidos, de manera que el niño no tiene margen para desarrollar su imaginación ya que el juego con dichos juguetes está muy definido sin embargo, los juguetes de madera son diferentes, tienen un encanto especial y muchos beneficios.
- Son juguetes que estimulan la imaginación y la creatividad ya que el niño tiene que imaginar y crear el juego, no le viene dado al pulsar un botón.
- Desarrollan la parte sensorial, sobretodo a través del tacto de la madera y sus vetas ya que no todas las maderas son iguales y cada pieza o juguete nos proporciona una sensación nueva.
- Perduran en el tiempo (son más resistentes que los de plástico).
- Son más sanos ya que están creados a partir de materiales naturales como la madera y conectan a los niños con la naturaleza, con su origen.
- Desarrollan la motricidad y la responsabilidad. Los juguetes de madera pesan más que los de plástico, de manera que los niños toman conciencia de las diferencias de peso, tienen que sujetarlos con mayor firmeza para manejarlos y que no se caigan o rompan…
- Se adaptan a casi todas las edades ya que son juguetes no estructurados, de modo que otorgan mayor flexibilidad que juguetes elaborados con otros materiales a la hora de ser utilizados por niños de diferentes edades.
¿Vosotros habéis hecho algún juguete con materiales naturales para vuestros peques?
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3 comentarios en
mirari 25 septiembre, 2016 8:10 am
qué chuli!!!
Patri 10 octubre, 2016 11:54 am
¡Gracias! creo que a Wen le gustaría. La verdad es que se lo han pasado muy bien jugando en la casita de hadas (y eso que tienen una de madera para muñecos), pero parece que ésta les ha gustado mucho más
Paulina 12 abril, 2018 12:52 pm
Gracias. Lo haremos
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