Los días más calurosos de verano hemos jugado a buscar un tesoro congelado. Es un juego muy sencillo pero se lo pasan estupendamente, mis hijos tienen dos años recién cumplidos y se lo han pasado genial sacando el «tesoro» congelado, además experimentan con la sensación de frío del hielo y los estados del agua.
Consiste en poner agua con unas gotas de colorante alimenticio en un tupper grande, sumergimos un juguete de los peques (nosotros sumergimos una pieza de construcciones) y lo dejamos en el congelador hasta que se solidifique del todo.
Cuando hizo calor, un día de esos insoportables, sacamos los bloques de hielo del congelador y les dí unas cucharas y una maza de madera pequeña y les dejé que experimentasen con el hielo, primero lo cogían, lo examinaban, y luego lo golpearon hasta comenzar a romper el hielo.
Al final, les dí una palangana con un poco de agua para que sumergiesen lo que quedaba del bloque de hielo, así vimos cómo se derretía el hielo que quedaba y consiguieron sacar su tesoro.
¿Qué hace falta?
-Agua
-Colorante alimentario
-Un juguete pequeño
-Un tupper grande
– Un objeto con el que romper el hielo (maza o martillo de madera, cuchara de metal…)
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