¿Qué beneficios tiene para los niños cocinar? ¿cómo hacerlo con seguridad?¿por qué los niños siempre quieren estar en la cocina cuando estamos cocinando? Estas son sólo algunas de las preguntas que todos los padres se plantean cuando los niños comienzan a tener curiosidad por saber qué sucede en la cocina cuando sus padres están cocinando. Os cuento cómo lo hacemos en nuestra casa y os dejo una sorpresa al final del post.
En un ambiente Montessori, el área de vida práctica se centra en proporcionar a los niños ambientes donde poder practicar y perfeccionar su autonomía, su independencia y su concentración. La manera en la que los niños aprenden a realizar una actividad que previamente es mostrada por el adulto es repitiéndola paso a paso, tantas veces como sea necesario, hasta que la realicen perfectamente, ganando independencia y facilitándoles así una buena adaptación a la vida adulta y a la sociedad.
La cocina es un medio perfecto para conseguir desde casa esta autonomía e independencia, del mismo modo que es un medio muy adecuado para adquirir un sentido del orden, ya que para cocinar una receta es tan necesario seguir los pasos de dicha receta como mantener el orden mientras se cocina. También permite aprender otros aspectos como matemáticas pesando y midiendo ingredientes. Al mismo tiempo, los niños pueden aprender ciencia observando las reacciones que tienen algunos ingredientes entre sí, como por ejemplo, cuando una masa fermenta con levadura, se hincha y eleva.
Como parte de los múltiples beneficios que implica la cocinar, también podemos destacar la adquisición de la motricidad fina ya que utilizamos básicamente los dedos y las manos en todo el proceso. Sobretodo, me gustaría resaltar que cocinar es una actividad sensorial con la que podemos disfrutar de todas las experiencias sensoriales que nos brindan los olores, sabores, colores, sonidos y texturas que desprenden los alimentos al ser cocinados.
Los niños de a partir de los treinta meses de edad, pueden ayudar a preparar algunas recetas a sus padres o hermanos mayores, y los niños de a partir de cinco años ya pueden realizar prácticamente solos la mayoría de las recetas que os propongo en mi libro Cocinando en familia.
Pero una de las cosas que va a ayudar a vuestros hijos a sentirse involucrados a la hora de cocinar y que les va a ayudar a aumentar su autonomía, es tener todo a su alcance para no depender de vosotros cuando quieran coger o comer algo, siempre dentro de unos límites seguros para ellos. Nosotros pasamos mucho tiempo en la cocina, que es, junto con el comedor, una de las habitaciones donde más tiempo pasamos al cabo del día así que lo primero que nosotros hicimos cuando mis hijos mayores tenían un año y medio fue facilitarles un soporte para la cocina, para que ellos pudiesen subir y bajar libremente de él y que fuese lo suficientemente alto para poder ver qué se estaba guisando por la cocina, qué había encima del banco, cómo se preparaban los alimentos… Actualmente se comercializan torres de aprendizaje para este fin en España, como esta de Luila que tenemos en casa para el bebé y nos encanta por su versatilidad.
La torre de aprendizaje de Luila tiene un acabado precioso que ayuda a transmitir la belleza que prima en la filosofía Montessori para conseguir que el ambiente donde se encuentra el niño sea lo más atractivo posible. Está realizada con madera maciza de pino o abeto y acabada con al menos tres capas de barniz al agua en tono incoloro satinado con certificación europea para que dure muchísimo tiempo. Además, nuestra cocina no es muy grande así que es ideal porque no ocupa mucho espacio (40x42x80).
Es muy resistente, pueden estar subidos mis dos hijos mayores a la vez de forma segura.
Una de las cosas que no tenía clara cuando comenzamos a utilizarla fue cómo la íbamos a limpiar, pero se limpia fácilmente con un paño seco y no se queda incrustrada la grasa en la madera gracias a las numerosas capas de barniz que le dan para que se conserve perfectamente.
Se puede ajustar la altura de modo que va creciendo con el niño.
Aunque su principal beneficio es que permite que el bebé tenga una gran autonomía con sus sólo 13 meses de edad ya que puede subir y bajar fácilmente de ella cuando quiere, sin necesidad de mi ayuda, además, permite que pueda estar en la cocina observando, participando del momento de preparar la comida o la cena y probando y explorando todo lo que cocinamos desde un lugar seguro ya que cada vez que cocinábamos él quería estar viendo lo que hacíamos y se ponía a llorar porque no podía verlo desde el suelo y tenerlo en brazos mientras cocinaba no lo veía como una opción segura.
Es muy versátil, no sólo la utilizamos como torre de aprendizaje, sino que también se convierte en trona, mesa y soporte ideal como juego simbólico para hacer de puesto de mercado, coche, trineo, barco…
Al principio puede costar un poco cambiar nuestras costumbres como adultos y dejarles espacio para actuar a los niños, ya que si lo hacemos nosotros, lo hacemos más rápido y sin romper ningún plato, pero creedme que si les ayudamos con paciencia a ser autónomos también a la hora de cocinar, limpiar y poner la mesa, estaremos ayudando a que ganen seguridad en sí mismos y mejorará su autoestima en todos los ámbitos.
Puedes conseguir tu torre de aprendizaje con un 10% de descuento introduciendo el código bloghappymama durante tu proceso de compra en la web de Luila.
1 comentarios en
Luila 9 mayo, 2018 11:12 am
[…] ¡Qué felices estamos con la presentación de nuestra torre de aprendizaje en el Blog Happymama! […]
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