Las pedagogías «nuevas o alternativas», por llamarlas de alguna manera y sin entender muy bien porqué se les llama así si hace mucho tiempo que existen, parece que están resurgiendo desde hace unos años, y yo, por mi parte, hace tiempo que tengo un run rún con la Pedagogía Waldorf. Me gusta mucho la Pedagogía Montessori y creo que es muy completa para los niños, pero por otra parte, pienso que tiene alguna carencia que me hace inclinarme por otro tipo de pedagogías.
Estoy convencida que no hay una sola pedagogía que reúna todo lo que un niño necesita a todos los niveles, siempre hay algún aspecto en el cual necesitan complementar con otras pedagogías, filosofías o enfoques si ahondas en ellas, pero claro,esta es solamente mi opinión personal.
Esto no significa que de repente no me guste la Pedagogía Montessori y adore la Pedagogía Waldorf, sólo es que desde hace tiempo y, por lo que observo en mis hijos, la Pedagogía Waldorf transmite todo de manera más natural, siento que todo fluye con naturalidad y según el ritmo adecuado y esto me ha motivado a profundizar en mis conocimientos sobre esta Pedagogía.
Os voy a escribir unas breves líneas sobre la Pedagogía Waldorf a modo de introducción para quien nunca haya escuchado hablar de ella.
Rudolf Steiner fue el creador de la Pedagogía Waldorf. Esta Pedagogía divide la enseñanza en 3 septenios (periodos de 7 años). Intentó transmitir la idea de que deben primar las necesidades de los niños dependiendo de la edad en la que se encuentren.
En el primer septenio (0-7 años), lo realmente importante para los niños es desarrollar el cuerpo a través de los sentidos y el juego, sintiendo el mundo como un lugar agradable y bueno para vivir.
En el segundo septenio (7-14 años), los adolescentes deberán adquirir las competencias básicas mediante sus propias vivencias a nivel social y personal intentando conseguir que logren admirar y descubrir la belleza y el sentido del mundo que les rodea. El arte y la creatividad ganan terreno en éste periodo.
En el tercer septenio (14-21 años), deberán de descubrir mediante la razón, la verdad mientras luchan por construir su personalidad para ser una persona independiente y libre. En este periodo, predominan las matemáticas y las ciencias.
Os dejo sin enrollarme más con Ana y Antonia, unas super mujeres que he tenido el placer de conocer en esta vida y que admiro muchísimo en todas sus facetas. Ana y Antonia forman parte de dos familias que tomaron la decisión de educar a sus hijos en la Escuela Libre Micael situada en Madrid y que han querido compartir con nosotros su experiencia como familia en esta entrevista. Son, junto con Alejandrina, el equipo de Alén de Ningures y las autoras de Camacadrabra, un cuento de inspiración Waldorf del que os hablé en ésta entrada y que os recomiendo encarecidamente si queréis volveros niños de nuevo y dejar volar vuestra fantasía junto a la de vuestros hijos.
- ¿A qué escuela decidisteis llevar a vuestros hijos y cual fue el motivo que os impulsó a hacerlo?
Decidimos llevar a nuestros hijos a la Escuela Micael porque queríamos que fueran a una escuela Waldorf. Vivíamos en A Coruña y allí mi marido y yo con algunas familias más habíamos puesto en marcha una escuela infantil Waldorf. Cuando nuestra hija mayor tenía que empezar la etapa de Educación Primaria surgió la posibilidad en mi trabajo de trasladarme a Madrid y decidimos hacerlo para que nuestros hijos pudieran estudiar en la Escuela Micael.
Conocía la escuela antes de tener a mi hija. Aun así después de recorrer todos los colegios de la zona y de leer algo más sobre la pedagogía, aun lo tenía más claro.
- ¿Cómo es la relación familia-escuela?
Es una relación cercana y de confianza. Se busca sobre todo que haya una coherencia en los valores que el niño/a recibe desde la escuela y desde la familia.
Muy estrecha. El niño no percibe que tenga dos partes de su vida separadas, familia y escuela. También se intenta que haya una continuidad en el mensaje.
- ¿Cómo es la implicación de las familias en la Escuela?
La escuela procura que la implicación de las familias sea intensa y profunda y muchas familias participan de forma entusiasta. De todas formas, el aspecto estrictamente pedagógico queda restringido al claustro de maestros. Las familias colaboran sobre todo en la organización de eventos.
Las familias colaboran ayudando a la maestra según sus posibilidades, realización de trabajos manuales para vender, preparación de las clases para eventos, mercadillos, etc. De esa forma también se forma una pequeña comunidad alrededor de la clase, que redunda en un mejor ambiente para los niños.
- ¿Qué experiencias recuerdan vuestros hijos con más cariño de la escuela?
Todavía están en la escuela. Creo que los recuerdos llegarán más adelante, sobre todo cuando tomen conciencia de que la escuela a la que fueron no era convencional.
Las reuniones, fiestas, y todo aquello que ha ayudado a la creación de un entorno adecuado para ellos. Mi hija es muy receptiva al ambiente acogedor que se crea y recuerda su jardín de infancia y primaria como un pequeño paraíso.
- ¿Ha influido en vuestra vida la elección de esta Pedagogía para vuestros hijos?
Sí, primero porque tomamos la decisión de trasladarnos a otra ciudad. Segundo porque supone un esfuerzo económico considerable. Tercero porque ahora nuestras relaciones sociales se encuadran principalmente entre las familias de la escuela.
Mucho. El primer año de escuela lo hizo en otro colegio, y nada mas llegar a esta escuela noté un cambio enorme (para bien), siempre he pensado que ella no sería la misma si hubiera crecido en otra escuela. Esta educación ha sacado lo mejor de su personalidad
- ¿Qué consejos para acompañar a los niños en su proceso de aprendizaje nos puedes dar a las familias?
Que nos esforcemos en discernir lo importante de lo secundario. A veces, en medio del ruido, el ajetreo y la confusión del día a día ponemos las prioridades del revés.
Que lo más importante es que tengan una infancia feliz, y que no hagamos comparaciones. Cada niño tiene un proceso de aprendizaje diferente y de acuerdo con su personalidad.
- ¿Por qué elegisteis una escuela basada en la Pedagogía Waldorf para la educación de vuestros hijos y no una escuela tradicional o convencional?
Conocimos la Pedagogía Waldorf cuando yo estaba embarazada de nuestra primera hija. No estábamos buscando, pero por casualidades de la vida apareció. Nos encandiló desde el principio. Todo lo que íbamos descubriendo nos parecía tan acertado y tan de sentido común que, al ver que cosas tan importantes no se tenían en cuenta en la escuela convencional, no quisimos renunciar a que nuestros hijos recibieran esta educación.
No me gusta la educación tan competitiva que percibo en la enseñanza tradicional. También creo que toda la parte artística que se da en este colegio es fundamental para su desarrollo.
- ¿Tuvisteis dudas en algún momento?
La verdad es que con respecto al tipo de educación, no. Aunque el traslado y la adaptación cuando los niños eran tan pequeños tuvo momentos difíciles.
No, nunca.
- ¿Cómo es/ ha sido la relación de vuestros hijos con sus profesores?
De confianza y respeto. Actualmente, dos de mis hijos están en ESO y hay algunos profesores hacia los que sienten verdadera admiración.
Excelente. Se puede decir que tienen lo que se llama una educación personalizada. Todos los profesores les conocen perfectamente, saben sus debilidades y fortalezas.
- ¿Qué ha supuesto para vosotros introducir la Pedagogía Waldorf en vuestras familias? ¿ha implicado algún tipo de cambio importante en vuestro día a día?
Como conocimos la Pedagogía Waldorf cuando yo estaba embarazada de mi primera hija, tuvimos en cuenta mucho de esta metodología desde el principio, con lo cual no hubo muchos cambios después. Como he dicho antes, todo lo que íbamos aprendiendo y descubriendo nos parecía adecuado y lo incorporábamos de forma natural a nuestra rutina.
No. Quizás se mas conscientes de lo que hacemos y por qué lo hacemos, pero en esencia no ha habido cambios.
- ¿Creéis que ha ayudado a vuestros hijos a estar en equilibrio con la naturaleza?
Yo creo que sí. Además nosotros tenemos la suerte de haber vivido en Galicia, en plena naturaleza, cuando nuestros hijos nacieron y durante sus primeros años de vida. La misma infraestructura de la escuela, con espacios de juego sin asfaltar y con muchos árboles y plantas, se diferencia de la mayoría de edificios educativos. Cuando mis hijos ven los patios asfaltados de las escuelas convencionales se sorprenden mucho.
Si, muchísimo. Para mi hija es fundamental vivir cerca de la naturaleza, lo necesita y valora.
- ¿Se ha notado en las vidas de vuestros hijos el ritmo transmitido en la escuela?
Supongo que sí, pero como forma parte de nuestras vidas desde el principio no somos muy conscientes de ello. Hemos sido muy cuidadosos con los ritmos vitales dentro de casa porque se hace mucho hincapié en la importancia de estos, sobre todo cuando lo niños son pequeños.
Si. Mi hija era muy nerviosa, y desde que entro en el jardín, los ritmos de la clase y el ambiente fueron fundamentales para tranquilizarla. En la actualidad es una niña tranquila, con capacidad de concentración, cosa que en su infancia parecía imposible.
- ¿Cuál es la mayor aportación o enseñanza que ha realizado la escuela a la vida de tus hijos?
Yo creo que el respeto y la ayuda mutua. Mis hijos no comprenden que algunas personas se porten mal con otras.
La educación en valores que se enseña en todo el curriculum.
- La pedagogía Waldorf apuesta por una enseñanza al margen de las nuevas tecnologías ¿pueden aportar tanto o más la pintura, el teatro, etc a los niños que las nuevas tecnologías?
En los primeros años, desde luego, por lo menos durante las etapas de educación infantil y primaria. Yo creo que los niños pequeños tienen que interactuar con el mundo real, no virtual y ese aprendizaje es fundamental en los primeros años. Si no establecen ese contacto me da la sensación de que, más adelante, se sentirán inseguros ante el mundo. En la escuela Waldof los niños, en la etapa infantil, hacen pan todas las semanas y durante la primaria aprenden a tejer, a coser, a construir con cemento, ladrillos o madera; a cultivar… De esta forma sienten que por sí mismos pueden conseguir lo primordial para la vida: comida, ropa y cobijo.
No están al margen. Solo que acceden a las tecnologías cuando están preparados para ello. Mientras tanto adquieren habilidades fundamentales por la vía de las artes, la lectura, la música. Si las tecnologías hubieran entrado en sus vidas antes, no habría tenido ocasión de cultivar estas otras habilidades con tanto tiempo.
- ¿Tenéis algún consejo para los padres que están interesados en incorporar la filosofía Waldorf en su día a día?
Que se aseguren de que están de acuerdo con lo esencial porque es complicado para el niño/a convivir con dos sistemas de valores diferentes en casa y en la escuela.
Que se formen, y lean los libros de esta pedagogía antes de entrar.
- ¿Qué juguetes o juegos nos aconsejáis para los niños y/o adolescentes acordes con la Pedagogía Waldorf?
Mis hijos, cuando eran más pequeños, solo necesitaban una cosa: estar en la naturaleza. Cuando estábamos en casa, juguetes no elaborados: piñas, troncos, piedras, telas de colores, cordones, cajas de cartón… Para los adolescentes, actividad física y relaciones sociales reales, o sea, estar con los amigos.
Las actividades artísticas son muy interesantes para su desarrollo (dibujo, música, lectura… ) y estar en contacto con la naturaleza.
- Haciendo balance ¿apostaríais de nuevo por esta pedagogía?
Sin duda, todavía no he encontrado nada mejor.
Sin duda. Ha sido un acierto encontrar esta escuela.
- A nivel personal ¿qué os ha aportado?
Una guía estupenda para acompañar a mis hijos y una fuente de búsqueda e interés. Yo hice el curso de formación en Pedagogía Waldorf y, después, la diplomatura en Magisterio, porque me enamoré de la educación. A partir de ahí he descubierto un montón de cosas que en la actualidad constituyen mi principal motivación.
Otra visión de la educación diferente y conocer a una serie de personas muy interesantes en el entorno del colegio.
- ¿Os gustaría compartir alguna cosa más sobre vuestra experiencia?
Dos cosas, la primera es que para mí ha sido fundamental que mis hijos recibieran una educación con la que yo estaba de acuerdo. Pero esto era tanto más importante cuanto más pequeños eran los niños. Me doy cuenta de que ahora que son más mayores, tengo la sensación de que ya han recibido lo más importante que tenían que recibir. Ahora ya no sería un problema aceptar otro tipo de educación porque siento que ya se han desarrollado los aspectos más sensibles y vulnerables de su personalidad. La segunda, es que para mí la Pedagogía Waldorf es más una actitud que una metodología. Por lo tanto, creo que es posible encontrar maestros Waldorf en entornos educativos que no son Waldorf.
Estoy muy agradecidas a Ana y Antonia por haber realizado esta entrevista ya que, con sus respuestas, me han ayudado a resolver algunas dudas que tenía y me han acercado un poquito más a esta pedagogía con la misma cercanía y calidez de siempre.
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2 comentarios en
Estrella 20 abril, 2017 11:23 pm
Estoy muy asombrada , y a la vez agradecida de como sin proponernoslo, mis nietos tuvieron una suerte, diria, lograr encontrar en su camino, (junto a sus Padres),la Pedagogia Waldorf,Hoy a mis 70 años , me lamento tanto no haber tenido esa posibilidad, sin duda hubiera sido menos traumatica y triste, mis años escolares, pero x lo menos mis nietos , si aprenden «jugando»,en Libertad,fundamental para nuestro desarrollo general.
Marcela 25 julio, 2021 8:20 am
Me pareció muy interesante la entrevista, pero en mi experiencia en la pedagogía Waldorf he visto cruel y un trato no muy bonito entre los niños y eso está haciendo tambalear mi decisión de que siga en esta pedagogía 🙁
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