Receta de galletas de arándanos

Me encanta cuando horneo galletas y se queda durante días el aroma a galletas por toda la casa, es un olor que no sé porqué pero lo tengo grabado en la mente y hace que me sienta bien, tranquila, felíz…

Estas navidades hicimos galletas con los niños la tarde del día de Reyes para dejárselas por la noche debajo del árbol de Navidad a los Reyes Magos, para que repusiesen energías ya que viaje era largo 🙂 e hicimos esta receta y otra de galletas con pepitas de chocolate. A mí personalmente me gustan más las galletas de arándanos que las de chocolate (y mira que me gusta el chocolate), además, las cociné también para la tarde-vieja XD y tuvieron un gran éxito, así que voy a compartir con vosotros la receta para que podáis disfrutarlas éste fin de semana en casa si queréis hacerlas con los peques.

 

Ingredientes:

• 225 g de mantequilla a temperatura ambiente
• 140 g de panela
• 280 g de harina de trigo
• 1 yema de huevo batida
• 50 g de piñones
• 70 g de arándanos azules
• 70 g de arándanos rojos
• 2 cucharadas de zumo de naranja
• media cucharadita de canela en polvo
• una pizca de sal

* Los arándanos pueden ser frescos o secos, nosotros pusimos los azules frescos y los rojos secos.

Cortamos por la mitad una naranja, la exprimimos y reservamos el zumo.

Batimos bien la mantequilla a temperatura ambiente (debemos de sacarla dos horas antes de la nevera) con la panela y mezclamos bien. Agregamos primero a la mezcla anterior la yema de huevo (a temperatura ambiente) , batimos todo bien y a continuación añadimos dos cucharaditas de zumo de naranja, la canela, la harina y la sal.

Amasamos bien y finalmente añadimos los arándanos y los piñones mezclando bien toda la masa para que queden integrados.
Metemos la masa a la nevera mínimo 45 minutos antes de hornear las galletas. Cuando se ha enfriado la masa, ponemos en la bandeja del horno un papel vegetal extendido, vamos cogiendo cucharadas soperas de masa y hacemos bolitas con las manos, aplastándolas después sobre el papel para darle forma a las galletas.

Hay que dejar bastante espacio entre las galletas ya que con el calor del horno se expanden y se pueden llegar a juntar unas con otras.

Metemos al horno y horneamos a 180ºC unos 10 minutos aproximadamente, cuando comienzan a estar doradas, las sacamos del horno y las dejamos enfriar sobre una rejilla.

 

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