20 Cuentos para leer en mayúsculas

Desde que estaba embarazada de los mellis comenzamos a comprarles cuentos y álbumes ilustrados a los peques. Todas las noches les leíamos un cuento por breve o largo que fuera y, desde entonces, ese momento de lectura en la cama justo antes de dormir se ha convertido en nuestro momento de encuentro, de calma y de lectura en familia, en nuestro momento especial.

Cuando tenían cuatro años, en el cole comenzaron a introducirles en la lectura a partir de cuentos breves escritos en mayúscula y este año han continuado. A día de hoy hay un debate abierto sobre si es mejor que los niños comiencen leyendo en mayúscula o en minúscula. Hay pedagogías que refuerzan el comenzar a leer con la mayúscula y otras con la minúscula, unas consideran que a los cuatro años los niños ya están preparados para aprender a leer y otras que hasta los seis no deberían de coger un lápiz ni intentar leer, algunas prefieren la letra ligada a la de imprenta, otras consideran que la «letra palo» es más fácil para comenzar y luego ya están los maestros que cada uno hace «de su capa un sayo» en su clase.

Yo personalmente, como maestra y madre creo que depende del niño, de sus INTERESES y sobretodo de su MADUREZ, de modo que me gustaría enseñaros una recopilación de 20 cuentos escritos en mayúscula (algunos en mayúscula y minúscula) que nos han acompañado estos años para los niños que,como los míos, han comenzado a leer en mayúscula en el cole o en casa.

Si queréis comprar alguno de ellos, sólo tenéis que darle click encima del título escrito en verde de cada libro, la mayoría son realmente económicos.

 

1. ¿Qué nos hace felices?. Marie-Agnès Gaudrat (Ed. VVKids)

A través de unas preciosas ilustraciones y de un texto fácil de leer, las niñas y niños descubrirán en este libro los principales valores que tenemos que cuidar y servirá para que pequeños y mayores hablen de las cosas que realmente nos pueden hacer felices. Podéis leer la reseña completa aquí.

2. Con Locura. Émile Jadoul (Ed. Edelvives)

El gato quiere mucho a su amigo el pez y no para de decírselo, pero el pez parece un poco reticente a contestar. «Yo te quiero. ¿Y tú a mí…?». Podéis leer la reseña completa aquí.

 

3. ¡Que llega el lobo!. Émile Jadoul. (Ed. Edelvives)

A la casita de gran ciervo llega conejo corriendo deprisa porque viene el lobo. Ciervo le abre rápido la puerta y se dan la mano. Y lo mismo sucede con cerdito y con osito. Cuando por fin llega el lobo… ¡Sorpresa! ¿Qué le habrán preparado?

4. Tutino y su mundo. Chiara Vignocchi y Silvia Borando  (Ed. Bruño)

Tutino es un niño como los demás: le encanta jugar con sus amigos en el parque y… ¡disfrazarse de distintos animales! Un personaje tierno y entrañable con el que, sin duda, los niños se sentirán identificados. El libro incluye una propuesta de actividades para padres y educadores.

5. Martín gris. Zuriñe Aguirre. (Ed. Funreaders)

Martín Gris es una historia llena de sentimientos, que abarca de manera visual los principios básicos de la educación emocional. Un libro sobre la autoestima, el autoconcepto, la superación de los miedos y la relación materno-filial desde un punto de vista optimista, creativo y visualmente muy poderoso.

 

6. Un amor tan grande. Raquel Díaz (Ed. Vuela Letra)

Es un álbum ilustrado para los más pequeños. Sus letras mayúsculas están pensadas para facilitar el aprendizaje de éstas a los niños y niñas que se inician en la lectura. Sus ilustraciones, llenas de color y de personajes encantadores nos guiarán hasta un lugar donde habita el amor más grande, el más tierno, el AMOR con mayúsculas. Es también un pequeño homenaje  a las madres, esos seres casi mágicos capaces de guardar un AMOR TAN, TAN, TAN GRANDE que no cabe…

7.Colección Nacho y Laura. Las emociones de Nacho. Liesbet Slegers. (Ed. Edelvives)

Las emociones forman parte del día a día de Nacho. Cuando está enfadado, triste o asustado necesita que lo ayuden y lo consuelen. Y cuando está contento, como hoy, ¡le gustaría decírselo a todo el mundo! Un libro sobre las emociones con rimas, solapas y juegos de descubrimiento para divertirse con los más pequeños.

 

 

8.Colección Nacho y Laura. Laura se cambia de casa. Liesbet Slegers. (Ed. Edelvives)

¡Menudo lío! Maletas, cajas… ¿Adónde iremos? Esta situación que vive Laura la relata Liesbet Slegers y la acompaña con unas preciosas y alegres ilustraciones. Es ideal para que lo manejen los más pequeños de la casa gracias al grosor de sus páginas y a sus esquinas redondeadas. Además, el texto en letra mayúscula facilitará su lectura.

 

9. Los sonidos de la noche. Javier Sobrino. (Ed. Ekaré)

En la Selva de la Lluvia no hay manera de dormir: dentro de una caja, un chiquitín llora sin parar. “¿Por qué lloras?” preguntan uno a uno los animales de la selva tratando de calmarlo. ¿Tendrá frío, sed o hambre? ¿Quién será? Una sencilla historia de buenas noches contada con humor.

 

10. Poemas de animales. Aquiles Nazoa. (Ed. SM)

Este libro con ilustraciones llenas de humor recopila casi 30 divertidos poemas de animales del autor venezolano Aquiles Nazoa.  Un libro para que los primeros lectores se familiaricen con la poesía.

11. Colección aprender a leer. Trompa larga. Núria Cussó. (Ed. El Pirata)

Pertenece a la colección aprender a leer de la Editorial El Pirata. Esta colección está pensada para niños de 5 y 6 años. Todos los libros de esta colección tienen el texto en mayúscula y minúscula. “Una vez, cuando todavía todos los elefantes tenían la trompa corta, había uno que la tenía larga. Esto provocaba las risas de sus compañeros, hasta que un día… Bien, si quieren saber porqué todos quisieron imitarlo,deben leer la historia.”

 

12. Eso no es normal. Mar Pavón. (Ed. Nubeocho)

Es un cuento donde se tocan temas tan diversos como la autoestima, la diversidad, la amistad, los celos y la superación con unos diálogos cargados de humos. Ideal para pequeños lectores.

 

13. Colección libros para soñar. Nunú Juega. Cally Stronk. (Ed. Kalandraka)

“Nunú juega” es uno de los títulos de una serie de libros de cartón con esquinas romas para pre-lectores y primeros lectores protagonizada por un pequeño elefante. La importancia del juego individual y colectivo para el desarrollo de habilidades motrices, el conocimiento del espacio y la socialización, centran este volumen: la utilización de piezas para construir figuras, la destreza con la pelota, la lectura y su valor
en el desarrollo de la imaginación y, sobre todo, compartir ese tiempo de diversión con otros amigos.

 

14. Colección «De la cuna a la Luna». Luna. Antonio Rubio. (Ed. Kalandraka)

Poema visual recitable, a base de dibujos rimados y ritmados. La luna y el sol, tan lejanos y próximos, tejen versos y estribillos desde el cielo hasta estas páginas de cartón.

15. Colección Caballo. ¡Me aburrooo!. Carmela Trujillo. (Ed. Combel)

Con la intención de acompañar a los niños y niñas de 3 a 6 años en sus primeras lecturas, los cuentos de esta colección les descubrirán poco a poco los mecanismos de la lectura para que, gracias a su intuición y conocimientos previos, puedan seguir las historias. ¿Cómo que te aburres? ¡Pues genial, porque el aburrimiento te trae un regalo! ¿Cuál, cuál? Pasa a mirar…

16. Voy a Comedte. Jean-Marc Derouen (Ed. Kókinos)

Un lobo malo, hambriento y que habla de una forma rarísima espera en el bosque a que aparezca un delicioso bocado. Con tan mala suerte que se topa con un par de conejitos listos que le quitarán un pelo que tiene en la lengua y, sobre todo… ¡las ganas de comer carne! El primer conejo descubre que el lobo habla raro porque tiene un pelo en la lengua. Le promete extraérselo y, con esa artimaña, escapa. Otro conejo lo engaña “enseñándole” a cazar bien. El lobo finalmente se equivoca, ataca a un oso y en su huída se da un trastazo y pierde los dientes. ¡Y se hace vegetariano! Puede parecer la típica historia del lobo malo que es escarmentado por los inocentes animalitos. Sin embargo, es un álbum muy arriesgado tanto desde el punto de vista narrativo como gráfico. Con una paleta de colores muy atractiva, tipografía que juega con los tamaños, evoca al cómic y al dibujo animado. Un libro que se atreve a “hacer hablar” mal al lobo durante toda la historia, desde el mismo título y es muy aprovechable para el juego teatral en el colegio. Los niños se divertirán mucho con la mala dicción del lobo y seguramente la frase “voy a comedte” se convertirá en la comidilla.

 

17. Colección Letra Grande. Elefantes de colores. Enric Lluch (Ed. Algar)

Elefantes de colores pertenece a la colección Letra Grande, que es una colección de cuentos escritos en mayúscula, de tapa blanda y dirigidos a niños que están comenzando a leer.

Miguel pinta un dibujo de un elefante con los colores primarios, rojo el cuerpo, colmillos azules y rabo amarillo, pero conforme va coloreando el elefante, su compañero Rubén le va diciendo que los elefantes no tienen esos colores y se va enfadando cada vez más al ver que Rubén no hace caso de sus consejos.

Nos ha gustado mucho este cuento porque invita a hablar con los niños de varios temas como los colores primarios, la cromatancia, el daltonismo, la diversidad, los prejuicios, la autodeterminación, la opinión que tenemos de los demás y que tienen de nosotros y la autoestima. Podéis leer la reseña completa aquí.

 

 

18. Colección Primeros cuentos. El hoyo misterioso. Enric Lluch  (Ed. Algar)

En el parque ha aparecido un hoyo, y los niños se preguntan qué será. ¿Quizá una madriguera? ¡Pronto se resolverá el misterio!

 

19. Colección letra mágica. Victor se va de excursión. Pasqual Alapont (Ed. Algar)

Víctor va de excursión al campo con sus padres. Pero los tres ignoran las sorpresas que encontrarán.

 

20. ¿Por qué los dragones no usan chistera? Raquel Bonita. (Ed. Miau)

Los dragones guardan tesoros. Nuestro protagonista también, pero un día se harta de no saber qué hay dentro de ese cofre que con tanto afán defiende. Así que decide abrirlo. Dentro descubre una chistera y no duda en apropiársela, pero pronto se dará cuenta de que los dragones no usan chistera pero, ¿por qué?

Una historia surrealista para descubrir el sinsentido de los gustos personales. Un libro sin fin para jugar, rimar y disfrutar de lo ilógico. Pero, además, es un libro para seguir inventando y preguntándonos. ¿De dónde ha salido esa chistera? ¿A quién pertenece? ¿Y esos conejos? Una historia que esconde otra historia, que no se cuenta, que espera que los lectores la imaginen.

 

 

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