Actividad con El Monstruo de colores. Cómo nos ayudó a identificar nuestras emociones- Una actividad para cada cuento

Hace tiempo comencé una actividad sobre “El monstruo de colores” para los peques que quiero compartir con vosotros.  Me gustó tanto el cuento de Anna Llenas la primera vez que lo leí, que no quería que se quedase simplemente en las lecturas nocturnas. En casa tenemos dos versiones del cuento, una en castellano y otra en inglés pop up.

Quería que la actividad fuese algo sencillo pero que les ayudase a identificar sus emociones, que se alargase un poco en el tiempo y pudiesen seguir haciendo esa actividad o parte de ella siempre que ellos quisiesen o lo necesitasen, así que después de mucho pensar, se me ocurrió esta actividad. Espero que les sirva también a vuestros peques, porque a los míos les ha gustado mucho y he conseguido que sean capaces de identificar sus sentimientos la mayoría de las veces.

¿Qué necesitamos?

• Libro de “El monstruo de colores”
• Piedras
• Rotuladores o pinceles y témperas
• Dibujos de cada monstruo
• Seis botes con etiquetas de cada emoción
• Cucharas de madera

A lo largo de la semana, cada día colgamos en casa el dibujo de cada uno de los monstruos coloreado y repasamos los colores de cada monstruo preguntándonos “¿De qué color es este monstruo?” y diciendo el color de cada uno de ellos. Os dejo aquí los dibujos sin colorear por si queréis descargarlos.

azul

verde

Rosa

rojo

Negro

azul

amarillo

Una vez pasó la semana, leímos el cuento de “El monstruo de colores” de Anna Llenas, pero esta vez durante el día y con marionetas de cucharas de madera de cada monstruo, normalmente lo solemos leer por la noche para calmarnos antes de dormir o cuando ha surgido algún conflicto a lo largo del día.

Coloqué en una mesa unos botes vacíos con etiquetas con el nombre de cada sentimiento y el color de ese sentimiento de fondo, os dejo aquí las etiquetas (están en inglés).

ETIQUETAS SENTIMIENTOS Y COLORES

Dibujé en unas cucharas de madera  cada uno de los monstruos de colores, las pinté y luego se las di a los niños para contar el cuento, mientras recordábamos cada sensación y cada color por ejemplo, “la calma es verde”.

Al día siguiente, preparé una mesa donde les puse un cuenco con piedras, rotuladores de los colores de cada emoción, el libro del Monstruo de colores pop up y los botes vacíos.

Les expliqué, que cada vez que identificasen una emoción (se enfadasen, estuviesen muy contentos, tristes, en paz, etc) podían pintar si querían una piedra e introducirla en el bote correspondiente, y al final de la semana, veríamos qué bote tenía más piedras y hablaríamos sobre ello.

Nos ha funcionado estupendamente lo de pintar las piedras, además, pintar les relaja, así que cada vez que se enfadaban, mientras pintaban la piedra de rojo, se relajaban, y eran capaces de hablar de ello cuando la colocaban en el bote o un ratito después. ¡Hasta yo he acabado pintando algunas piedras!

Debo decir que el bote que más piedras ha tenido siempre ha sido el amarillo, la alegría, así que estoy muy contenta.

A veces, hemos sustituido los rotuladores por pinceles y témperas, a su elección, cuando llevaban varios días pintando con los rotuladores y se cansaban, pedían pintar con pincel.

Os recomiendo que si os gusta el libro de  El Monstruo de colores, probéis a hacer esta actividad con vuestros peques porque creo que les gustará y que consigue algo muy complicado para los más peques, identificar sus propios sentimientos.

Os dejo unos enlaces por si quereis comprar o regalar el libro en castellano o en inglés.

 

Si os ha gustado u os ha resultado útil esta entrada, por favor compartid. Gracias 🙂